lunes, 6 de agosto de 2018

Nueva Medicina Germanica - CRISIS EPILEPTOIDE

CRISIS EPILEPTOIDE Y CURACIÓN PENDIENTE EN BIODESCODIFICACIÓN

Pues ya llevamos dos semanas en las que hemos comentado de las dos fases de las enfermedades, del impacto emocional, de la fase de reparación (o curación) y hoy, les hablaré de algo llamado LA CRISIS EPILÉPTICA O EPILEPTOIDE.

Como ya platicamos, cuando una persona enferma, cuando se presenta algún síntoma, es casi siempre el momento, en el que el conflicto emocional se ha resuelto.
En Biodescodificación, no hay que confundir el momento en que realmente enfermamos (que es el momento o instante del impacto emocional) y el momento en el que sanamos dicho conflicto emocional (presentamos síntomas), porque basados en las falsas creencias impuestas por la medicina, el momento en el que enfermamos, es el momento en el que presentamos síntomas....y eso, ya sabemos, es falso.

Ahora bien, ¿qué carambas es la crisis epileptoide?, ya de por sí, la palabrita suena a "epilepsia" y descontrola.

La crisis epileptoide, no es más, que el punto de malestar físico "más fuerte", de la fase de curación o sanación del impacto emocional. (Por algo se le llama crisis).

Es el momento en el que el cerebro dice:
"¡Hey, ya no tengo por qué dañar tal o cual órgano, porque las emociones de mi dueño, ya están en equilibrio otra vez!"

Y obviamente, es el justo momento también en el que el cerebro ordena enviar más células reparadoras al órgano dañado, con la obligación de destruir a todas las células malignas y reparar los tejidos, mucosas, huesos, etc, según el caso.

Éstas celulas sanadoras, llegan al órgano o tejido en cuestión y comienza la lucha, y ese preciso momento, ese instante de combate, provoca que físicamente nosotros percibamos una "crisis".
Nos sentimos físicamente, pero que nunca jamás.
Podemos presentar temblores, náuseas, mareos, sangrados, dolor, inflamación, sudor frío, etc.
En nuestro cerebro, se está produciendo además un aumento en el volumen de edema cerebral (Presencia de un exceso de líquido que, en ocasiones, puede ofrecer el aspecto de una hinchazón blanda), para proteger al tejido cerebral de cualquier daño extra al impacto emocional, precisamente en la zona del cerebro, que fue marcada con el "el foco de hamer", hasta que dicho edema, es lanzado fuera.

¿Se dan cuenta?
Realmente es el cerebro, el que, gracias a la resolución emocional, mete al cuerpo en crisis porque hay que volver a la normalidad.
Es algo parecido a cuando quieres limpiar y escombrar tu habitación. Antes de pulir el piso, deberás vaciar el clóset, los cajones, mover los muebles, encimar unas cosas con otras, barrer, sacudir, etc. Y si alguien llegara de visita en ese momento, sin saber tu plan final, pensaría que así vives, que estás mal, que necesitas ayuda, y bla bla bla.

Los ataques cardiacos, las crisis asmáticas, los ataques de migraña y las crisis epilépticas son sólo algunos ejemplos de esta crisis de curación (crisis epileptoide), y que pueden considerarse "graves", porque si son manejadas, claro que pueden tener un final dramático.
En éstos casos de crisis de sanación, hay que tener mucho cuidado de mantener la calma ante las ideas que pueda sembrarnos el médico, que, si desconoce el proceso biológico del cerebro, nos dará un diagnóstico equivocado.

Esto no quiere decir que si mi esposo está presentando un ataque cardiaco, mi hijo un ataque de asma o mi tía un ataque epiléptico, yo me deba sentar en el sofá a observarlo, no.
Quiere decir, que debo atenderlo, tal vez llevarlo a urgencias o llamar al médico, para controlar la situación, aplicar los analgésicos, medicamentos o líquidos necesarios.
Pero sin a que el médico me diga que mi esposo está muy mal del corazón, que mi hijo se ha convertido en asmático o que mi tía morirá de un ataque de epilepsia (porque yo ya deberé saber, que esos tres síntomas, son signos de una recuperación emocional, de un hecho específico vivido, y de un conflicto emocional, ya superado).

Después de la crisis epileptoide, de la atención médica de dicha crisis y de los cuidados que requiera dicha crisis (si es así de grave), la persona obviamente, recupera su fuerza gradualmente y está en camino directo a su vida normal.

Una vez que el cerebro ha provocado la salida de dicho edema, que la persona ha pasado su crisis de sanación (epileptoide), el cerebro comienza a regenerar el tejido cerebral por completo.
Obviamente, deberá producir un aumento de células reparadoras, ahora para el tejido cerebral.
Y entramos ahora a otro gran problema médico: Este aumento de células en el cerebro, es malinterpretado por los médicos alópatas como: tumor cerebral.
Por lo que en caso de acudir a un examen médico en éste preciso proceso de sanación, necesariamente y si nuestro médico no tiene ni idea del proceso biológico, lo malinterpretará.

¿Cómo funciona la crisis epileptoide en todos los niveles?

Nivel del Órgano:
Durante la fase de curación, los tumores dirigidos por el cerebro antiguo (tallo cerebral y cerebelo) como los de colon, pulmones, hígado o glándulas mamarias, que se desarrollaron durante la fase de conflicto activo son degradados por hongos y micobacterias especializados. Si no se dispone de los microbios necesarios, el tumor permanece en su lugar y se encapsula sin realizar más división celular. La pérdida de células dirigida por el cerebro (médula cerebral y corteza cerebral) como la osteoporosis, la necrosis de ovario o la ulceración en el estómago, que ocurrieron durante la fase activa de conflicto (diagrama) es rellenada, restituida y reconstruida con la ayuda de bacterias o virus especializados.

En general, la fase de curación es considerablemente más peligrosa que la fase activa del conflicto.
Debido a que la fase de reparación frecuentemente está acompañada de aumento de volumen, inflamación, infecciones, fiebre y dolor, la mayoría de estas enfermedades se detectan cuando ya están sanando.

La duración y severidad de la fase de curación están determinadas por la intensidad y duración de la precedente fase activa del conflicto, por la seriedad de la crisis epileptoide, y las complicaciones o recaídas del conflicto durante la fase de curación.

Debido a que la medicina convencional falla en reconocer el patrón bifásico de cada enfermedad, los doctores convencionales sólo ven una de las dos fases.
Ellos ven ya sea a una persona estresada con un tumor en crecimiento (fase activa del conflicto), sin saber que hay una fase de curación más adelante, o ven a una persona con fiebre, infección, inflamación, descarga, dolores de cabeza u otros (fase de curación), ignorando la precedente fase activa del conflicto.

Revisando sólo una de las dos fases, los síntomas que pertenecen a una fase son vistos como una enfermedad en sí misma, por ejemplo la osteoporosis o la angina de pecho, que sólo ocurren durante la fase activa del conflicto, o la artritis, el linfoma y el cáncer cervical que sólo ocurren en la fase de curación.

Esta falta es particularmente trágica cuando una persona que cursa la fase de curación es mal diagnosticada de un cáncer maligno, aunque de hecho éste sea un tumor en curación que naturalmente se degrada durante el curso del proceso de curación.
Si la medicina convencional tomara en cuenta al cerebro como el lugar desde donde se origina y se controla la enfermedad, reconocería que las dos fases son una sola enfermedad, verificable por un escáner cerebral en el que el Foco de Hamer se encontraría en el mismo lugar en las dos fases, indicando si el paciente está todavía en conflicto activo (anillos concéntricos en diana) o se encuentra ya sanando (anillos edematosos, manchas tan sólo).

¿QUÉ SON LOS RAÍLES?
En el momento en que una persona, tú, yo, quien sea, recibe o vive un impacto emocional, nuestra mente se encuentra en un estado de atención agudo.
Estamos alertas y nuestro subconsciente almacena todos los componentes existentes a nuestro alrededor: sonidos, olores, gente, clima, voces, palabras, objetos, y los almacena en nuestra mente, hasta que el conflicto se ha resuelto totalmente.

Esas huellas, ese evidencias, pruebas recogidas, son llamadas "raíles".

Imaginen que se ha cometido un asesinato, y ustedes son del FBI.
Llegan a la escena del crimen y toman fotografías del lugar, revisan todo, se llevan evidencia, etc. Todo aquello que les permita como detectives, aclarar el crimen.
Una vez aclarado el crimen, toda esa evidencia se almacena, se archiva, pero no desaparece.

Lo mismo ocurre en el cerebro.
El cerebro, es nuestro agente del FBI, y recoge absolutamente todo lo que rodea a nuestro impacto emocional, incluyendo a los personajes, la hora, el día, la fecha, el año, el color, todo.

Por lo tanto, cuando las personas nos encontramos en fase de curación y de pronto, surge el recuerdo de algún detalle de la escena del crimen, recaemos en el síntoma.
Ese simple objeto, elemento, detalle, nos provoca "revivir inconscientemente" el crimen, el impacto emocional y nos hace "recaer" en el síntoma.

Esto es la razón de las alergias y hasta de las enfermedades crónicas.
Estamos viviendo constantemente, en presencia de "alguna pieza de evidencia" del crimen, porque claramente, el cerebro tiene acceso permanente a la bodega de "evidencias".
Y esa pequeña o insignificante pieza, que vemos, escuchamos, olemos, tocamos, nos detona el síntoma nuevamente.

Comúnmente, éstas recaídas son cortas y ligeras. Puede ser un flujo nasal, una tos, un estornudo, un ligero escalofrío, etc.

Nuestra biología, con ésta molestia (mal llamada alergia), lo único que pretende advertirnos, es que tengamos cuidado, porque cerca de nosotros, hay un elemento, que ya estuvo presente en el pasado crimen (impacto emocional) y nos quiere advertir que "pudiera haber peligro de un nuevo crimen, que estemos alertas".
En la naturaleza, estos sistemas de alarma son vitales para la supervivencia.

Los raíles (evidencias), siempre tienen que tomarse en consideración cuando estamos enfrentándonos a condiciones recurrentes como migrañas, crisis epilépticas, hemorroides, infecciones de vejiga o resfriados recurrentes.
Cualquier recaída de cáncer tiene que ser vista desde esta perspectiva.
Los raíles también juegan un papel principal en condiciones ”crónicas" como la arteriosclerosis, la artritis, la bronquitis, la colitis, el Parkinson o la Esclerosis Múltiple.

Tener una enfermedad crónica, sólo significa que continuamos viviendo junto al enemigo, que estamos viviendo a diario en presencia de las evidencias que nos advierten que podemos vivir un crimen más.

Un conflicto que está continuamente en fase de curación, de resolución, a causa de recaídas repetitivas (vivir con la amenaza, convivir con el depredador, convivir con la evidencia de aquel crimen), toma el nombre de CURACIÓN PENDIENTE.
Y simplemente quiere decir, que no hemos sido capaces de solucionar el problema emocional. Porque muchas veces, solucionar un problema emocional implica alejarnos de una persona, de alguien a quien creemos amar, de un trabajo que creemos es vital, de un ambiente tóxico, y eso, no cualquiera tiene la fortaleza de hacerlo.
Así que ya saben, si padecen alergias o un síntoma crónico, es porque continúan viviendo o conviviendo, con esa pieza de evidencia tóxica que les está advirtiendo que algo o alguien, no hace bien a sus vidas.

Para ello, además de para analizar el impacto emocional, la fecha de éste, el ambiente que lo rodeó, es que está la Biodescodificación.
Es por eso, que hay metodologías para liberar las emociones, para empoderarse y superar el conflicto emocional, para poder, si en realidad se quiere, sanar.

Conseguir, que todos los tejidos y órganos involucrados sean más fuertes que antes.
Y éste simple hecho, es el propósito biológico también del mismo cuerpo humano.
Se descubre que somos vulnerables a ciertas situaciones y debemos hacernos fuertes, para evitar volver a permitir que un impacto emocional, nos dañe nuevamente.

1 comentario:

  1. Imagine que mi conmoción al escuchar que el VIH fue curado por el Dr. Itua es un medicamento hecho a base de hierbas, todos sabemos lo mortal que es el VIH y es probable que alguien se haya quitado la vida; que él, el humano más gracioso de todos los tiempos, cuyos gritos de risas eran, en nosotros mismos, suficientes para atraer a la audiencia a los blogs para saber más acerca de este Dr. Itua, había estado luchando contra la hepatitis y el VIH, la depresión resistente al tratamiento. Pero luego recordé que, la medicina herbaria puede ser útil en mis condiciones, así que, cuando comencé a hacer una búsqueda en Internet, encontré a alguien que habla sobre el Dr. Itua. La medicina herbaria me comunico con él para explicarme de manera agradable. Me envió su medicina herbal y la tomé durante dos semanas, tal como me indicó, luego me hice la prueba los próximos días, me curé completamente y llevo meses viviendo. No tuve ningún efecto secundario ni tomé medicamentos. Le agradezco al Dr. Itua que también le prometo que comparta sus obras para mí con las personas que padecen algún tipo de enfermedad para ver que el Dr. Itua es un Curandero genuino. Comuníquese con él por correo electrónico o por Whatsapp al ... + 2348149277967_drituaherbalcenter@gmail.com él también cura las siguientes enfermedades ... VIH, hepatitis, diabetes, herpes, inflamación del hígado / riñón, cáncer de todos los tipos, epilepsia, Parkinson.

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