Un estudio reciente halla que el té verde, pregonado por sus beneficios cardiovasculares y anticancerígenos, podría ayudar también a aliviar la inflamación y el dolor de la artritis reumatoide.
El estudio fue realizado en laboratorio, y sus hallazgos son preliminares, enfatizó el investigador principal Salah-uddin Ahmed, investigador del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan en Ann Arbor.
"Aún es demasiado pronto" para recomendar por completo que el té verde alivia la artritis reumatoide, dijo, aunque el estudio es "un punto de partida".
Ahmed tenía previsto presentar la investigación el domingo en la reunión Experimental Biology en Washington, D.C.
Para el estudio, Ahmed aisló unas células llamadas fibroblastos sinoviales de las articulaciones de los pacientes que tenían artritis reumatoide. Estas células forman un revestimiento de tejido que rodea la cápsula de las articulaciones.
En pacientes con artritis reumatoide, ese revestimiento se inflama, lo que conduce a un daño articular y dolor crónico a largo plazo. Cerca de 2.1 millones de estadounidenses tienen artritis reumatoide, según la Arthritis Foundation.
Luego, el equipo de Ahmed cultivó esas células y las expuso a un ingrediente activo del té verde, un compuesto llamado epigalocatequina-3-galato (EGCG). Después, las células fueron estimuladas con una proteína del sistema inmunitario que se sabe desempeña un papel en la degradación articular de la artritis reumatoide. La proteína es conocida como citoquina interleuquina-1 beta o IL-1B.
"La IL-1B es un agente importante en la degradación del cartílago", explicó Ahmed.
En un estudio anterior, el equipo de Ahmed encontró que los fibroblastos pretratados con EGCG y luego estimulados con citoquina IL-1B podían bloquear mejor la capacidad de la IL-1B para producir proteínas y enzimas perjudiciales. Esas proteínas y enzimas pueden infiltrarse en las articulaciones y causar el deterioro del cartílago observado en personas con artritis reumatoide.
En el estudio reciente, los investigadores se centraron en si el EGCG tenía la capacidad de bloquear la actividad de dos moléculas poderosas, la IL-6 y la ciclooxigenasa-2 (Cox-2), que tienen también un papel en el deterioro óseo de una articulación con artritis reumatoide.
Las dos moléculas fueron suprimidas por el EGCG, halló el equipo de Ahmed. Aunque señaló que es difícil cuantificar con exactitud el efecto de la supresión, el EGCG "los bloqueo de forma significativa", apuntó.
El EGCG también bloqueó la producción de prostaglandina E2, otro compuesto que causa inflamación articular.
Un experto señaló que el estudio reciente sobre el té verde era interesante. "Este estudio es muy específico", apuntó Stephen Hsu, profesor asociado de odontología, medicina molecular y genética en el Colegio de Medicina de Georgia en Augusta.
En su investigación, Hsu encontró que el té verde podría proteger contra enfermedades autoinmunes, en las que el cuerpo desencadena una respuesta inmunológica, básicamente atacando a sus propias células. Hsu estudió el efecto del EGCG para ayudar a inhibir un trastorno autoinmune conocido como síndrome de Sjogren, que afecta las glándulas salivares, y el lupus, que afecta la piel.
La nueva investigación de Ahmed es una de las primeras en centrarse en la artritis reumatoide y el té verde, señaló Hsu. Si se confirma, podría ser una buena noticia para los pacientes de artritis reumatoide, porque representa quizá una opción no farmacológica para mantener el dolor bajo control, apuntó.
Ahmed advirtió que aún es demasiado pronto para recomendar a los pacientes de artritis reumatoide que beban té verde. Por otro lado, beber té ciertamente no hace daño, señaló, ya que es conocido por sus múltiples beneficios para la salud y la ausencia de efectos secundarios.
Destacó que las personas tal vez deseen beber tres o cuatro tazas de ocho onzas de té al día. Sugirió "probar diferentes marcas". Los sabores podrían ser ligeramente diferentes. "Hay que tomarlo a lo largo del día", recomendó, para mantener los niveles en sangre más constantes.
Es posible optar por acompañar el té con algunas cerezas agrias, de acuerdo con otro estudio presentado en la misma reunión.
En el estudio, realizado por otro equipo de investigadores de la Universidad de Michigan, agregar cerezas agrias en polvo parecía reducir el colesterol total y el azúcar en sangre, y además ayudaba al organismo a manejar la grasa y el azúcar, al menos en animales.
Para saber más sobre la artritis reumatoides, visite la Arthritis Foundation.
Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare
FUENTES: Salah-uddin Ahmed, Ph.D., research professor, internal medicine-rheumatology, University of Michigan Health System, Ann Arbor, Mich.; Stephen Hsu, Ph.D., associate professor, dentistry, molecular medicine and genetics, Medical College of Georgia, Augusta; Experimental Biology 2007, April 29, 2007, Washington, D.C.
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